Largo Federico Fellini, Roma |
Luego de venir desde la zona del Templo Massimo, decidimos ir por un lado de Roma que no habíamos conocido en el anterior viaje, la Vía Veneto.
Tras comprar algunas cosas en una librería que estaba al paso, entre ellas un libro en italiano de Andrea Camillieri, Un Mese con Montalbano (un mes con Montalbano, una serie de historias cortas del famoso comisario siciliano de la literatura y la televisión) seguimos caminando hacia la Via Veneto, que por si no la conoces, es la famosa avenida donde se desarrollaba el estilo de vida de la farándula italiana de posguerra que vivió la Dolce Vita italiana, la cual pasó de ser el punto de reunión del Jet Set de Cinecitta -el Hollywood italiano-. Tras su época de gloria en los años 60 del siglo, tras el cambio de siglo se ha transformado en una desangelada avenida de embajadas grises y hoteles de 4 y 5 estrellas que añoran un pasado glamoroso. Pero más allá de la mustia actualidad, la Via Veneto aun conserva algo de su ´pasado glamour, lo cual la hace igualmente imperdible en cualquier viaje por la ciudad. Seguimos hasta el final de la Vía Veneto hasta llegar a los bordes de la Villa Borghese (exactamente hasta el Largo Federico Fellini) ese gran pulmón verde que tiene la capital italiana.
Estación Termini |
Tras esta última gran vuelta por la ciudad, volvimos al Hotel casi al atardecer. Luego a buscar algo ligero para cenar (ensalada, sandwichs y jugo de naranja Pellegrino), ver algo de TV local y de ahí al sobre. Al día siguiente, tras dos días en Roma, había que retomar el itinerario que teníamos originalmente, el cual establecía que teníamos que viajar en tren hacia Florencia (Firenze en italiano) y de ahí tomar algo hasta el aeropuerto local para volar a media tarde con destino a Madrid para llegar al aeropuerto de Barajas a eso de las 17 horas. Tal como nos pasó en Portugal al comienzo del viaje, uno propone en los viajes pero el de arriba dispone. Tomamos el desayuno en el hotel que al igual que el que nos tocó en el Commercio y Pellegrino de Venecia era bastante completo, así que con eso quedamos bastante bien para el día que vendría. Luego dejamos la habitación, entregamos la llave y de ahí nos fuimos a la estación de trenes de Termini, la cual por suerte nos quedaba a pocas cuadras del hotel, así que salimos desde el Hotel Virgilio hasta la estación caminando. Tras sólo unos 15 minutos de caminar sin mayor apuro llegamos a Termini, la principal estación de trenes de Roma, un lugar que sin duda merece un posteo aparte. Cómo teníamos los pasajes de tren impresos no tuvimos que revalidarlos, así que pasamos directo hacia el andén para abordar el tren de alta velocidad (39 euros dos pasajes comprados con algunos meses de anticipación), de los llamados FrecciaRossa (Flecha Roja) el cual realmente vale la pena viajar en ellos.
¡¡¡¡Hacia Florencia!!! |
Nos tocó -pese al bajo precio de los pasajes- un servicio de primera clase con diarios, revistas, café y snacks. Hacía unos años antes, habíamos viajado desde Florencia hacia Roma en uno de los llamados treni regionale (trenes regionales), muy barato pero bastante lento como el solo, ya que paraba en cada estación del recorrido, casi unas 4 horas de viaje, pero en esta ocasión casi por la misma cantidad de dinero que nos costó viajar en esa ocasión y por sólo 1 hora y media de recorrido viajamos en un tren bastante cómodo y rápido, lo que demuestra que es posible viajar bien y barato sin tener que gastar demás. Luego del rápido viaje en el FrecciaRosa, llegamos a Florencia, exactamente a una vieja conocida nuestra, la estación Santa María Novella para ir a tomar el autobús que nos llevaría al aeropuerto que supuestamente tiene su parada a la salida de la estación. Para no andar tan perdidos en el espacio, decidimos buscar una oficina de informaciones dentro de la estación para saber donde paraba el dichoso micro, pero no la encontramos, ya que simplemente no existía.
Tuvimos que salir de la estación, le preguntamos en una mezcla de italiano e inglés a un par de policías que estaban vigilando en una de las salidas de la estación pero no tenían ni la menor idea, pero por lo menos, nos respondieron sin mayores problemas, pese a nuestro tarzanesco italiano. Finalmente encontramos a unos chóferes de autobús -bastante amables- los cuales nos dijeron en inglés e italiano que teníamos que ir a la cercana terminal Busitalia Nord Autostazione, ya que desde ahí salía el micro al aeropuerto, la cual estaba a media cuadra de la estación de trenes.
FrecciaRossa |
Llegamos a la dichosa terminal la cual era una vieja terminal -valga la redundancia- donde salían micros (buses/camiones) de corta, mediana y larga distancia. Vimos el micro llamado Volainbus (el que iba al aeropuerto) subimos y en menos de media hora de viaje llegamos al pequeño aeropuerto de Florencia, llamado Amerigo Vespucci pero también conocido como Peterola. Al llegar, hicimos el check in en el mostrador de Iberia, dejamos los bolsos e hicimos el control de seguridad pero al salir de el, nos encontramos con que muchos vuelos habían sido cancelados -entre ellos el nuestro a Madrid- por una tormenta de viento, pero el cielo estaba despejado y apenas había viento sobre el aeropuerto.....en otras palabras, misterios de la aviación moderna. Esto hizo que tuviéramos que esperar allí hasta nuevo aviso., pero algunos en el aeropuerto no andaban muy calmados, como era el caso de un británico borracho con aspecto de hooligan el cual comenzó a putear de lo lindo a la gente hasta que llegó un policía a poner orden, diciéndole seco y firme: piano, piano (tranquilo, tranquilo). Recién ahí el alcoholizado súbdito de la reina Isabel se calmó y volvió la monotonía de la espera, apenas interrumpida por uno que otro británico odioso. Pasaron dos horas hasta que nos dijeron que teníamos que tomar el avión....pero en Bologna (a algo más de una hora), así que nos subieron a varios autobuses los cuales salieron del aeropuerto y tomaron la autostrade (autopista) hacia el norte, haciendo el viaje en cerca de una hora los más de 100 km entre el aeropuerto de Florencia hasta el Aeropuerto Marconi de Bologna.
En el aeropuerto de Bologna de nuevo tuvimos que hacer el control de seguridad...pero no había certeza de que hora salía el dichoso vuelo. Pasaron más de 2 horas nuevamente y comenzaba a aparecer la desesperación en los pasajeros, sobretodo en un grupo de turistas españoles de la tercera edad y de un familión uruguayo que tenía vuelos de conexión en Madrid...pero nada por parte de Iberia, ya era de noche hasta que de repente nos avisan que por fin podemos subir al vuelo de Iberia Express que nos llevaría a Madrid. El vuelo demoró más de 2 horas y media, siendo el clásico vuelo Low Cost donde te venden todo, llegando antes de las 21:15 horas al aeropuerto Barajas-Adolfo Suárez de Madrid. Acá tuvimos que esperar otra media hora para que nos entregaran el equipaje, así que recién pudimos salir de la Terminal T4 cerca de las 22:15 horas. Tomamos el autobús que tiene su parada a pasos de la estación del metro madrileño Banco de España, caminamos unas cuadras por la Gran Vía hasta encontrar el alojamiento que teníamos reservado, el Hostal San Lorenzo, dejamos las cosas, fuimos a comer y tomar unas cañas, pero lo que sigue es otra historia.
Espera en el aeropuerto de Bologna |
Tips
Viajar en tren en Italia puede ser bastante barato si se compra con anticipación. Revise en tanto en tanto las páginas web de la estatal Trenitalia como de la privada Italo para ver ofertas y jugar con las fechas.
El aeropuerto Amerigo Vespucci o Peterola de Florencia, es mucho más pequeño que el de Pisa o Bologna pero a veces hay buenas tarifas para volar a Madrid o Londres desde ahí. El sitio oficial es http://www.aeroporto.firenze.it/
El autobús que va en Florencia desde la Busitalia Autostazione Nord, pasa cada 30 minutos durante todo el día y en la noche hasta las 24:00 cada 60 minutos. Valor 5 euros.
El aeropuerto de Bologna es mucho mayor que el de Florencia, tiene vuelos no sólo dentro de la Unión Europea y el Reino Unido, sino que también tiene salidas a Moscú, Tirana, Túnez, Estambul, Dubai y Casablanca (Marruecos). La página oficial es http://www.bologna-airport.it/
La Busitalia Autostazione Nord Firenze queda a una cuadra de la Estación Santa María Novella, tiene salidas no sólo al Aeropuerto de Florencia (6 euros el pasaje) sino que también es parada de las compañías que van hacia Rumanía, Bulgaria y Ucrania, además de ser una parada para los autobuses de Eurolines y Megabus. Se encuentra en la Via Santa Caterina da Siena, 15/17
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