Espera en el Aeropuerto de Foz |
Uno de los grandes ganchos de los hoteles y hostels en Brasil, sin duda, es el café da manha (desayuno) el que se sirve por lo general de manera buffet. En este caso no decepcionó para nada, cumpliendo su tarea de alimentarnos para un largo y cansador día. Luego de tomar desayuno, ordenamos las cosas y salimos hacia el aeropuerto para no andar corriendo ni caer en la desesperación viajera. Para ello pedimos un taxi ( precio promedio 55 Rs el viaje, febrero de 2017), el cual llegó a los pocos minutos. Nos tocó un taxista bastante simpático que cada vez que podía ofrecía sus servicios por si veníamos nuevamente por Foz. El viaje al aeropuerto en taxi desde el centro de Foz de Iguazú demora entre unos 10 a 15 minutos dependiendo del tránsito ya que es la misma ruta que se usa para ir al lado brasileño de las Cataratas.
Embarcando en Foz |
Ya estábamos en el pequeño aeropuerto de Foz ....había pasado un año desde la última vez que habíamos estado volviendo del anterior viaje. Pero a diferencia del 2016, nuestro viaje partía desde acá. Algo que puede llamar la atención a cualquiera que llegue a tomar un vuelo, es la existencia del control de seguridad previo al check in con la línea aérea. Por ello sácate el cinturón/cinto/correa, guarda las monedas, llaves y demases en la mochila y saca la tablet o notebook que tengas a mano para pasar el control sin mayores problemas. Tras este control, recien pasamos al counter de la aerolínea (Latam en Brasil sigue llamándose TAM) donde hicimos el check in para el vuelo al aeropuerto de Guarulhos y además nos dieron todos los pases de abordar de nuestro viaje hasta Roma (aunque los otros vuelos los teníamos con Swissair).
Por consiguiente ahí le dijimos chao al equipaje...en Italia nos vemos. Tras esto, fuimos a esperar a la sala de embarque, mejor dicho a la única sala de embarque (con 2 puertas) la cual estaba atestada de gente. Aparte de nuestro vuelo a Guarulhos, salía otro al aeropuerto de Congonhas (el 2do aeropuerto de São Paulo) y a Río de Janeiro (Galeao)....o sea, estaba hasta reventar la terminal. Por suerte los vuelos salieron a la hora y así seguía nuestro largo viaje a Roma. Tras algo más de una hora y medía de vuelo sin mayores inconvenientes, llegamos al aeropuerto de Guarulhos, el mayor de Sudamérica.
camino hacia la Terminal 3 de Guarulhos |
Bajamos del avión....y estuvimos perdidos por instantes. Ninguna indicación, ninguna info. Sólo preguntando, nos dijeron que teníamos que dirigirnos al Terminal 3. Ahí comenzó una larguísima caminata (10 a 20 minutos) por unos pasillos vacíos donde apenas andaba gente...entre medio de este recorrido nos encontramos con las casetas migratorias donde nos sellaron nuestra salida de Brasil.
Seguimos caminando y nos encontramos con un duty free, era señal de que habíamos llegado al Terminal 3 de Guarulhos...seguimos caminando y nos encontramos con un panorama bastante diferente que en el anterior vuelo a Madrid....ese lugar lleno de tiendas y restoranes que era la Terminal 3, estaba casi abandonado. Sin duda había terminado la locura del Mundial y las Olimpiadas en Brasil y se terminó el flujo de viajeros, lo cual hizo inviable la existencia de tanto restoran y tiendas en las salas de embarque de la Terminal 3.
Llegamos, nos instalamos y esperamos tranquilamente las horas (tal como puedes ver en el video) viendo como llegaban vuelos desde y hacia Reino Unido, Sudáfrica, Portugal y Francia hasta que llegó el momento de embarcar en nuestro vuelo de Swissair a Zurich. Que voy a venir con cosas...el vuelo fue pesado, largo y por momentos soporifero: primero como que al avión le costó despegar, luego que era algo viejo (con controles del sistema de entretenimiento más propios de mi vieja tele a tubos que de una aerolínea de país desarrollado), un estilo rancio de decoración (grisaceo a cagarse) tanto del tapiz y las mantas del avión lo cual contrastaba bastante del lugar del mundo de donde despegábamos, junto con aeromozos/as que te pasaban un paño caliente con pinzas antes de la cena y desayuno (aunque el chocolate que repartían estaba excelente). Más encima el sistema de entretenimiento no andaba...y por momentos el aire acondicionado del vuelo tampoco. Pero pese a todo pude dormir algo (creo que la parte sobre el Atlántico me quedé dormido) y despierto antes del desayuno. Con respecto al catering que te ofrecen en clase económica en Swissair, no estuvo malo, pero creo que el de TAM el año pasado estuvo superior. Pese a todo el vuelo llego al Flughafen (aeropuerto) de Zurich a la hora.
Puerta de embarque en Zurich |
Llegamos, bajamos, tomamos un mini tren que nos llevó a la terminal que teníamos el vuelo a Roma. Pasamos un control de seguridad el cual era realizado por agentes muy amables y hasta sonrientes. Luego hicimos la entrada al espacio Schengen en Zurich (Suiza no es parte de la Unión Europea pero es parte del Espacio Común Europeo), donde un amable policía nos timbró los pasaportes. Nos preguntó en inglés: "¿Italy?". Respondimos "yes" y le mostramos los tickets para el vuelo a Roma y listo, timbre en los pasaportes y bienvenido a Europa y al espacio Schengen. Luego fuimos a la puerta donde nos tocaba tomar el vuelo a Fiumicino, cuyo llamado fue rápido y expedito. Tras menos de 1 y hora y media, dejábamos el aeropuerto de Zurich en otro vuelo de Swissair para volar hacia Fiumicino y Roma, pero lo que sigue ya es otra historia.
Tips de viaje:
- Si tienes que pasar horas esperando en la Terminal 3 de Guarulhos, aunque está casi abandonada, hay lugares para comer como la Casa del Pao con Queijo (pan con queso) que ofrece combos por un equivalente a unos 5 dólares.
- El aeropuerto de Zurich es funcional pero a la vez es uno de los más caros del mundo. Mejor pasa de largo y compra algo en tu destino. Eso sí, tiene wifi gratis y funciona. Las indicaciones en el aeropuerto están en alemán, francés e inglés.
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