Entrada al Santuario Yasaka |
Salimos del complejo de templos de Kiyomizu-Dera para seguir con nuestro camino, que aún era bastante largo.
Volvimos a la avenida de la cual veníamos para caminar unas 4 cuadras para encontrarnos con el siguiente complejo de templos, el Santuario Yasaka, de inspiración shintoista. El Santuario Yasaka tiene la particularidad de que convive en su alrededor con una serie de templos budistas, un claro ejemplo de la convivencia y simbiosis que se ha dado en Japón entre el shintoismo y el budismo durante siglos.
La calma y la tranquilidad que se respira en ellos es un ambiente propicio para descansar y tranquilizar el alma por un momento, independiente si eres religioso o no. Eso es lo que vale la pena de visitar lugares como el Santuario Yasaka y tal vez, esto sea lo que atrae a los visitantes: la necesidad de encontrarse a si mismo.
Pero como decíamos en un posteo anterior, Kioto está plagado de templos repartidos por toda la ciudad y llega un momento que te das cuenta que nunca terminarás de conocerlos todos (al menos en una estadía), ya que por ejemplo, detrás del santuario Yasaka hay otro complejo de templos y cruzando la calle también, es algo que cualquiera que recorra Kioto se dará cuenta al llegar. Así que decidimos hacer un recorte algo arbitrario al recorrido, así que dejamos la zona del Santuario Yasaka para adentrarnos de nuevo al centro de la ciudad. Prácticamente salimos del santuario y nos encontramos con la zona comercial de la ciudad, y sin saberlo, estábamos a muy pocas cuadras del Mercado Nishiki.
Caminamos por esta parte de la ciudad, llena de edificios no más altos de 4 y 5 pisos, muchos construidos antes de 1950 (se nota por el estilo arquitectónico) lo cual demuestra de manera clara que Kioto es la única gran ciudad japonesa que no sufrió los masivos bombardeos aéreos estadounidenses de finales de la Segunda Guerra Mundial, de ahí que sea la única urbe en Japón donde lo antiguo sale como de la nada, en una armoniosa convivencia con la modernidad. Pero no significa que no haya problemas como en toda sociedad humana (ver foto de abajo) pero bastante más atenuados que en otros lugares del globo.
Luego de hacer una pausa para almorzar y descansar un rato en el Mercado Nishiki, seguimos camino hasta que nos topamos con el Castillo de Kioto, que a la vez es museo. Un castillo propio de la época del shogunato, pero el cual decidimos venir a visitarlo al día siguiente y que al final no fuimos. Así que comenzamos a dirigirnos con dirección hacia la Estación de Kioto.
Tras dejar atrás el Castillo de Kioto, seguimos por una avenida que cuya estética parecería que en cualquier momento aparecería Motra o Godzila, es decir, parecía esas maquetas de ciudades que estos monstruos creados por las factorías televisivas japonesas de posguerra, destruian a su antojo. Acá nos topamos con un Kioto mucho más cotidiano...pero lo que nos llamó la atención era la poca gente en sus calles. No era una zona despoblada pero no se veía mucha actividad humana a simple vista. Eso sí, varios vehículos por la avenida y uno que otro grupo de niños que volvía de la escuela, pero no más que eso.
Tras caminar varias cuadras de modernidad chata, llegamos hasta la zona del templo budista Ryokokuzan Hongwanji, el cual es un espacio religioso que quiebra de una manera radical la monotonía del cemento y de edificios en la que habíamos caído tras venir desde el Castillo de Kioto.
El Templo Ryokokuzan Hongwanji está consagrado al culto budista, pero es muy similar en estilo al primer templo que habíamos conocido en Kioto (Higashi Honganji) además estos no están muy lejos entre sí. Una similitud que tienen ambos es que ocupan un gran espacio, con un edificio principal y templos menores que lo rodean, siendo un lugar enorme pero a la vez muy silencioso si lo comparamos con el santuario Yasaka. Pero al igual que en los otros templos en que estuvimos, acá se puede abstraer de lo que rodea (en este caso la urbe y tus fantasmas propios).
Estuvimos un buen rato contemplando y mirando lo que nos rodeaba, pero el dia ya se estaba haciendo largo y ya comenzaba a bajar la luz del sol, así que comenzamos el camino hacia el hotel donde nos estábamos quedando ya que había hambre y los pies algo ya dolían. Al día siguiente teníamos que ir a Nara, pero eso ya es otra historia.
Tips de viaje:
Kioto es una ciudad caminable totalmente, aunque por momentos parezca que no haya gente, no es para nada insegura al igual que el resto de Japón.
Si quieres tener más idea del santuario Yasaka puedes ver este link: http://www.yasaka-jinja.or.jp/ (en japonés e inglés)
Si estás en Kioto y quieres visitar el Castillo de Kioto, te recomiendo que veas este link: http://www2.city.kyoto.lg.jp/bunshi/nijojo/ con versión en japonés, inglés, francés, chino (tradicional y simplificado), coreano, francés y castellano.
Más info sobre el templo Ryokokuzan Hongwanji la puedes ver en su sitio: http://www.hongwanji.or.jp/hongwanji/guide01.html#ken04 (sólo en japonés e inglés)
Interior del Santuario Yasaka |
La calma y la tranquilidad que se respira en ellos es un ambiente propicio para descansar y tranquilizar el alma por un momento, independiente si eres religioso o no. Eso es lo que vale la pena de visitar lugares como el Santuario Yasaka y tal vez, esto sea lo que atrae a los visitantes: la necesidad de encontrarse a si mismo.
Santuario Yasaka |
Pero como decíamos en un posteo anterior, Kioto está plagado de templos repartidos por toda la ciudad y llega un momento que te das cuenta que nunca terminarás de conocerlos todos (al menos en una estadía), ya que por ejemplo, detrás del santuario Yasaka hay otro complejo de templos y cruzando la calle también, es algo que cualquiera que recorra Kioto se dará cuenta al llegar. Así que decidimos hacer un recorte algo arbitrario al recorrido, así que dejamos la zona del Santuario Yasaka para adentrarnos de nuevo al centro de la ciudad. Prácticamente salimos del santuario y nos encontramos con la zona comercial de la ciudad, y sin saberlo, estábamos a muy pocas cuadras del Mercado Nishiki.
Saliendo del Mercado Yasaka |
Caminamos por esta parte de la ciudad, llena de edificios no más altos de 4 y 5 pisos, muchos construidos antes de 1950 (se nota por el estilo arquitectónico) lo cual demuestra de manera clara que Kioto es la única gran ciudad japonesa que no sufrió los masivos bombardeos aéreos estadounidenses de finales de la Segunda Guerra Mundial, de ahí que sea la única urbe en Japón donde lo antiguo sale como de la nada, en una armoniosa convivencia con la modernidad. Pero no significa que no haya problemas como en toda sociedad humana (ver foto de abajo) pero bastante más atenuados que en otros lugares del globo.
Cartel de ¡¡Se Busca!! en un puesto de Policía (Koban) en Kioto |
Luego de hacer una pausa para almorzar y descansar un rato en el Mercado Nishiki, seguimos camino hasta que nos topamos con el Castillo de Kioto, que a la vez es museo. Un castillo propio de la época del shogunato, pero el cual decidimos venir a visitarlo al día siguiente y que al final no fuimos. Así que comenzamos a dirigirnos con dirección hacia la Estación de Kioto.
Torre del Castillo de Kioto |
Tras dejar atrás el Castillo de Kioto, seguimos por una avenida que cuya estética parecería que en cualquier momento aparecería Motra o Godzila, es decir, parecía esas maquetas de ciudades que estos monstruos creados por las factorías televisivas japonesas de posguerra, destruian a su antojo. Acá nos topamos con un Kioto mucho más cotidiano...pero lo que nos llamó la atención era la poca gente en sus calles. No era una zona despoblada pero no se veía mucha actividad humana a simple vista. Eso sí, varios vehículos por la avenida y uno que otro grupo de niños que volvía de la escuela, pero no más que eso.
Tras caminar varias cuadras de modernidad chata, llegamos hasta la zona del templo budista Ryokokuzan Hongwanji, el cual es un espacio religioso que quiebra de una manera radical la monotonía del cemento y de edificios en la que habíamos caído tras venir desde el Castillo de Kioto.
Entrada al Templo Ryokokuzan Hongwanji |
El Templo Ryokokuzan Hongwanji está consagrado al culto budista, pero es muy similar en estilo al primer templo que habíamos conocido en Kioto (Higashi Honganji) además estos no están muy lejos entre sí. Una similitud que tienen ambos es que ocupan un gran espacio, con un edificio principal y templos menores que lo rodean, siendo un lugar enorme pero a la vez muy silencioso si lo comparamos con el santuario Yasaka. Pero al igual que en los otros templos en que estuvimos, acá se puede abstraer de lo que rodea (en este caso la urbe y tus fantasmas propios).
Estuvimos un buen rato contemplando y mirando lo que nos rodeaba, pero el dia ya se estaba haciendo largo y ya comenzaba a bajar la luz del sol, así que comenzamos el camino hacia el hotel donde nos estábamos quedando ya que había hambre y los pies algo ya dolían. Al día siguiente teníamos que ir a Nara, pero eso ya es otra historia.
Volviendo al siglo XXI, Kioto |
Tips de viaje:
Kioto es una ciudad caminable totalmente, aunque por momentos parezca que no haya gente, no es para nada insegura al igual que el resto de Japón.
Si quieres tener más idea del santuario Yasaka puedes ver este link: http://www.yasaka-jinja.or.jp/ (en japonés e inglés)
Si estás en Kioto y quieres visitar el Castillo de Kioto, te recomiendo que veas este link: http://www2.city.kyoto.lg.jp/bunshi/nijojo/ con versión en japonés, inglés, francés, chino (tradicional y simplificado), coreano, francés y castellano.
Más info sobre el templo Ryokokuzan Hongwanji la puedes ver en su sitio: http://www.hongwanji.or.jp/hongwanji/guide01.html#ken04 (sólo en japonés e inglés)
Comentarios
Publicar un comentario
Aprovecha de escribir tus opiniones e inquietudes.
La política de comentarios que se maneja en Directorio de Micros la puedes consultar acá:
https://www.directoriodemicros.com/p/politica-de-privacidad.html