Buzios |
Habíamos estado varias veces en Río, pero siempre se nos quedaba pendiente Buzios.
Tras darle muchas vueltas, decidimos ir a Buzios por el día. Pero no íbamos por nuestra cuenta y contratando un tour desde el hotel, ya que sacando cuentas, no había una gran diferencia entre ir por la nuestra e ir en autobús (micro/camión). La ventaja del tour iba en la comodidad, ya que nos pasaba a buscar y dejar al hotel e incluía además del viaje ida y vuelta, una vuelta en barco -de 2 a 3 horas-por la bahía de y un almuerzo, todo por unos 200 Rs por persona (menos de 60 USD/ 2000 ARS/36,000 CLP por persona). No era barato pero era aprovechar al máximo los pocos días que estábamos en Río, ya que al día siguiente de ir a la excursión, volábamos de vuelta a casa. Tras dormir, nos despertamos temprano y fuimos a tomar desayuno a las 7 am al buffet del hotel, pensando que íbamos a ser los primeros. ¡Las polainas! Estaba lleno de gente que al igual que nosotros estaba aprovechando el desayuno antes de irse a las distintas excursiones. Luego de alimentarnos y esperar un rato, nos pasaron a buscar del tour.
Tras darle muchas vueltas, decidimos ir a Buzios por el día. Pero no íbamos por nuestra cuenta y contratando un tour desde el hotel, ya que sacando cuentas, no había una gran diferencia entre ir por la nuestra e ir en autobús (micro/camión). La ventaja del tour iba en la comodidad, ya que nos pasaba a buscar y dejar al hotel e incluía además del viaje ida y vuelta, una vuelta en barco -de 2 a 3 horas-por la bahía de y un almuerzo, todo por unos 200 Rs por persona (menos de 60 USD/ 2000 ARS/36,000 CLP por persona). No era barato pero era aprovechar al máximo los pocos días que estábamos en Río, ya que al día siguiente de ir a la excursión, volábamos de vuelta a casa. Tras dormir, nos despertamos temprano y fuimos a tomar desayuno a las 7 am al buffet del hotel, pensando que íbamos a ser los primeros. ¡Las polainas! Estaba lleno de gente que al igual que nosotros estaba aprovechando el desayuno antes de irse a las distintas excursiones. Luego de alimentarnos y esperar un rato, nos pasaron a buscar del tour.
Cruzando el puente entre Río y Niteroi |
Pero no nos fuimos de inmediato, sino que seguimos pasando a buscar gente a diversos hoteles por Copacabana, para luego parar por algunos hoteles en Cinelandia y seguir camino. A diferencia de lo que pensaba, tomamos el puente que cruza desde Río a Niteroi y de ahí empalmar con la carretera que lleva tanto a Buzios como a Cabo Frío y Arraial do Cabo. Los que íbamos en el tour eran básicamente argentinos, chilenos y algunos brasileños además de una chica gótica de Chequia y la guía que nos tocó se llamaba Marcia (como el 20% de las brasileñas) y al menos sabía algo de portuñol -y eso que su marido es argentino-.
Escala técnica en el parador |
Luego de viajar algo más de una hora y media, hicimos una escala técnica en un parador, típico de cualquier viaje en autobús en Brasil, ya sea de pasajeros o de excursión, donde muchos compraron agua, bebidas, chocolates y galletas además de ir a los baños. Evidentemente no éramos los únicos que hicimos escala allí, al menos otros 3 o cuatro micros (buses/camiones) pararon allí para lo mismo. Tras más de media hora en el parador, seguimos camino por casi 2 horas más hasta llegar a Buzios. Ojo que cuando llegas no ves la playa ni mucho menos, entras primero a una zona poblada (claramente de los residentes del lugar) para tras 15 minutos llegar a Buzios propiamente tal. El autobús para y bajamos todo para subir al barco....pero no éramos los únicos, habían 3 grupos más de turistas que hacían la misma excursión, así que esperamos unos minutos hasta embarcar. El día era radiante, el paisaje lindo y el calor se bancaba...menos para la checa gótica que la sufrió bastante con el calor.
Esperando el barquito |
Tras algo más de media hora, pudimos embarcar sin mayores problemas. Embarcamos en un lanchón disfrazado de yate, algo muy típico de Buzios y de la costa brasileña, pero pese a la apariencia era bastante comodo. El tour incluía el paseo pero no los tragos (cerveza y caipirinhas/caipiroskas a Rs10 cada uno) pero bueno, tampoco estaba tan mal el barquito. El recorrido partió del muelle y siguió por la Ilha do Caboclo, Praia da Armação dos Búzios, Praia dos Ossos, Praia da Azeda, Praia da Azedinha, Praia de João Fernandes, Praia de João Fernadinho, Ilha Branca, Ilha Feia, Praia das Moças, Praia da Rasa, Praia de Baía Formosa, Enseada de Manguinhos, Praia da Tartaruga, Praia das Virgens, Praia dos Amores e Praia do Canto. Eso sí, hay que tener en cuenta que muchas de las playas en Buzios sólo se puede llegar con lancha o bote.
Vista de una playa desde el barquito |
Pero el viaje en el barquito no fue a la carrera ni a lo loco, ya que hicimos 3 paradas donde la gente podía lanzarse al agua desde un tobogan o bajar por escalera. Quien escribe se aventuró pero se acordó tarde que apenas aprendió a nadar así que mi incursión marítima no duró mucho, pero por lo menos la pasé bien y me reí de lo pelotudo que puedo ser por creer que todavía tengo 25 y olvidarme que ya tengo 45. Pero más allá del viejazo, recorrer Buzios en barco estuvo más que bien.
Interior del barco, Buzios |
Ojo que por lo general no soy muy amigo de tomar tours, pero creo que esta vez estuvo perfecto. Mal no la pasamos, nos reímos bastante (como por ejemplo lo que filmé en este vídeo de los tripulantes bailando) y nos tocó un día espectacular. ¿Qué más puedes pedir cuando se viaja a Brasil? Buzios es el sinónimo del viajar a Brasil para argentinos y chilenos: sol, playa, mar y caipirinha.
Caipirinha, Buzios |
Las 3 horas pasaron muy rápido y apenas nos acordamos que no habíamos almorzado, tanto que cuando llegamos al muelle todos los del tour corrimos como posesos hacia el restaurant pensando que no quedaba nada de comida. Por suerte, nos llevaron a un buffet a pasos de la plaza principal, y al contrario de lo que pensamos, la comida cumplió de gran manera con las expectativas. Tras eso, tuvimos un rato libre para dar una vuelta por las calles del centro. Convegamos, Buzios tiene lindas tiendas, buenos restoranes, pero no es un lugar barato para comer, pero buscando algo se puede encontrar, desde los clásicos restoranes de comida por peso, pasando por una legión de pizzerias y parrillas argentinas hasta incluso un restoran de comida chilena que vende completos y cazuelas.
Buzios |
Luego de algo más de una hora, nos juntamos todos los del tour en la plaza principal (al lado de los taxis) para ir al autobús que nos esperaba para comenzar el viaje de vuelta a Río de Janeiro. Serían 3 horas y media de viaje, pero al igual que en el viaje de ida, hicimos escala en un parador, en Graal Vía Lagos, donde todos los autobuses que usan esta ruta paran unos 15 a 20 minutos, aprovechando los locales de comprar souvenirs de la zona y los demas de ir al baño o comprar algo para el camino Así terminaba nuestro viaje a Buzios, el cual dentro de todo valió la pena.
Graal Vía Lagos |
Tips de viaje:
- Tours pueden comprarse hasta 1 día antes en hoteles o agencias de viaje en Río.
- Si viajas por tu cuenta, sólo sale 1 compañia (Auto Viação 1001) con 4 salidas diarias desde la Terminal Novo Río con un valor desde unos 110 Rs ida y vuelta por persona. Si vas desde Copacabana a Novo Río es cerca de 45 minutos a 1 hora en autobús dependiendo del tráfico. Más info sobre horarios y precios en el sitio oficial: http://www.autoviacao1001.com.br/es/
- Los hospedajes más económicos se encuentran lejos del centro de Buzios. Hay transporte local que es algo más caro que en Río de Janeiro.
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