Era nuestro segundo día en la Ciudad de México.
Pero al día siguiente volvíamos a Buenos Aires (exactamente a Villa Crespo) y por ello decidimos sacarle el jugo a la Ciudad de México, haciendo algo que no hacemos por lo general en los viajes: tomar un Hop on Hop off
¿Porque lo hicimos? 2 motivos: tratar de abarcar lugares de la capital mexicana que si hubiéramos ido por nuestra cuenta no habríamos alcanzado a ir y que este recorrido no era caro (160 pesos mexicanos, algo así como 8 dólares por persona) con un boleto que tenía duración todo el día. Tras tomar desayuno en el hostel, compramos los pasajes en el stand de Turibus que se encuentra a un costado del Zócalo (y detrás de la Catedral) nos subimos al primer autobús que pasó por el lugar. Tras esperar unos minutos, el autobús partió.
Además de nosotros, la mayoría del pasaje era turismo interno además de unos jubilados estadounidenses y una pareja de argentinos.
Una grabación en castellano mexicano y en inglés estadounidense con una música de fondo pseudofolclorica nos explicaba el detalle de cada monumento, edificio o lugar de interés que pasamos, algunas veces con un innecesario tufillo nacionalista para consumo interno (hay que recordar que México tiene una traumática y desigual relación con los Estados Unidos y los estadounidenses).
Pero más allá de esto, es interesante ver una ciudad como la Ciudad de México desde cierta altura, es decir tomando distancia de ella, aunque sea el segundo piso de un autobús.
Alameda Central, Ciudad de México |
Tras salir del Zócalo, tomamos la calle Donceles, pasamos por la estatua a Carlos IV (conocida como el Caballito de Tolsa) cruzamos por el Eje Central y Bellas Artes, bordeamos la Alameda Central a través de la avenida Hidalgo pasando por el templo de San Hipólito que si no me equivoco es del siglo XVII (es el que está en la portada de este posteo) para luego tomar el Paseo de la Reforma, símbolo de la modernidad de tipo Belle Epoque tan propia del Porfiriato.
Es decir, pasamos en términos arquitectónicos del coloniaje borbónico, la modernidad repúblicana y la religiosidad originada tras la conquista española, 3 o 4 siglos en menos de 10 cuadras, un claro botón de lo que es hoy en día la Ciudad de México.
Cruce de la avenida Hidalgo con Juárez y el Paseo de la Reforma |
Cruzamos el Paseo de la Reforma para bordear el monumento de la Revolución, símbolo del México gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el cual cuando realizamos este viaje estaba en sus últimos suspiros previo a la llegada de López Obrador, el cual es un hijo indirecto del PRI pero esto ya escapa largamente a este blog.
Monumento a la Revolución |
Tras bordear el Monumento de la Revolución, seguimos en el Hop on Hop off para tomar ahora sí el Paseo de la Reforma.
Acá podrás ver las contradicciones del México contemporáneo de manera más que clara: hoteles de lujo, enormes edificios corporativos con helipuertos junto con gente que acampa en sus costados para saber que pasó con sus familiares desaparecidos en Ayotnizapa (Guerrero) hace algunos años.
Es algo que no se puede obviar en cualquier visita que hagas a México, el toparte con las señales de la violencia que está por todos lados en el país y que es algo que no puede ocultarse pese a toda la parafernalia del turismo.
Es difícil no sustraerse de lo que vez, por mucho de que la grabación del autobús no te lo diga. Tal vez el viajar sea eso, darse cuenta de lo que te rodea más allá de la parafernalia.
¿Dónde están los 43? |
Es difícil no sustraerse de lo que vez, por mucho de que la grabación del autobús no te lo diga. Tal vez el viajar sea eso, darse cuenta de lo que te rodea más allá de la parafernalia.
Ya sea por vicio profesional, por experiencias personales o por simple curiosidad más allá de lo que te quieren vender, el viajar es descubrir, aunque sean las caras menos amables de los destinos que visitas.
Seguimos por el Paseo de la Reforma hasta llegar a uno de los íconos de la Ciudad de México: el Ángel de la Independencia, el lugar que como el Obelisco en Buenos Aires o Plaza Italia en Santiago el pueblo mexicano celebra sus éxitos deportivos y políticos. Tras el Ángel seguiríamos por el Paseo de la Reforma pero eso ya es otra historia
Tips de viaje:
Hay una compañíasque hace el hop on hop off en la Ciudad de México: es Turibus (donde viajamos) y la las cuales tienen diversos recorridos, los cuales cuestan en promedio un equivalente a 8 a 10 dólares por el día. Aunque digan que son tres horas de recorrido, pueden demorar mucho más por el tránsito infernal de la capital mexicana. Por lo general la frecuencia es de 1 por hora (aunque en teoría es de 30 minutos)
Ángel de la Independencia |
Seguimos por el Paseo de la Reforma hasta llegar a uno de los íconos de la Ciudad de México: el Ángel de la Independencia, el lugar que como el Obelisco en Buenos Aires o Plaza Italia en Santiago el pueblo mexicano celebra sus éxitos deportivos y políticos. Tras el Ángel seguiríamos por el Paseo de la Reforma pero eso ya es otra historia
Tips de viaje:
Hay una compañíasque hace el hop on hop off en la Ciudad de México: es Turibus (donde viajamos) y la las cuales tienen diversos recorridos, los cuales cuestan en promedio un equivalente a 8 a 10 dólares por el día. Aunque digan que son tres horas de recorrido, pueden demorar mucho más por el tránsito infernal de la capital mexicana. Por lo general la frecuencia es de 1 por hora (aunque en teoría es de 30 minutos)
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