El COVID-19 ha trastocado todo, sobretodo lo vinculado al turismo.
La propagación global de la pandemia del coronavirus está generando un cambio e impacto enorme en todas las actividades turísticas en todo el planeta y los Estados Unidos no han sido para nada la excepción, sobretodo por el hecho de ser el lugar en el mundo donde hay más casos declarados de COVID-19, superando largamente a China, España e Italia. El poder pensar en sus consecuencias es por el momento algo prematuro e incualificable materialmente, pero tenemos claro que estas serán realmente enormes y ya algunas se pueden observar y dislumbrar en un corto y mediano plazo.
El impacto del turismo en los Estados Unidos por el COVID-19 ha sido realmente algo catastrófico para decir lo menos. El flujo de visitantes del exterior hacia las grandes ciudades estadounidenses como Nueva York, Miami, San Francisco o Los Ángeles se han desplomado prácticamente a cero desde Europa, Asia y América Latina, lo cual es una consecuencia directa de las suspensiones de vuelos y cuarentenas declaradas alrededor del globo. Pero esta enorme merma de viajeros no es la única secuela visible del coronavirus en el sector turístico estadounidense. Cientos de miles de hoteles cerrados, lineas aéreas al borde del colapso financiero tanto las de bajo costo como las tradicionales, parques temáticos como los de Disney y Universal sin público hasta nuevo aviso y si esto no fuera poco, miles de personas empleadas en áreas vinculadas al turismo solicitando el subsidio de cesantía o con una importante reducción de salario por la menor actividad, lo cual ciertamente configura un escenario muy complejo que confirma que el impacto de la crisis traída por la pandemia en el sector turístico estadounidense es realmente algo catastrófico.
Lo más probable que esta situación de crisis dure buena parte del año 2020 y recién a principios del 2021 comience a recuperarse algo el sector turístico. Pero está claro que al ser este un escenario a nivel global donde todos los actores están afectados de igual manera, existirán muchos oferentes a nivel mundial que buscaran atraer turistas. Algunos de ellos son los países miembros de la Unión Europea como lo son España, Italia, Portugal, Alemania, Chequia, Francia o Grecia, con un importante industria turística, ofrecerán mas que seguro una serie de ofertas y promociones atractivas para recuperar la cuota de mercado perdida como consecuencia de la crisis. Pero todas estas naciones antes mencionadas tienen una particularidad, a partir del 2021 se deberá ingresar al espacio Schengen con una autorización de viaje similar a la requerida por el gobierno estadounidense, la ETIAS.
Como consecuencia de la competencia, sin duda, hará que el sector turístico estadounidense buscará ofrecer para atraer al turismo global una serie de ofertas atractivas, promociones y rebajas, las cuales rivalizarán con las europeas y latinoamericanas, lo cual probablemente nos llevará a un escenario poscuarentena de bastante competencia por un buen tiempo, lo cual podría favorecer a los potenciales viajeros, ya que tendrán una serie de opciones para sus primeras vacaciones después de la crisis.
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