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Una vuelta por el Cerro Tronador: Cascada de los Alerces, Mirador del Mascardi, Garganta del Diablo y Ventisquero Negro

Lago Hess

Ya se nos acababa el tiempo en Bariloche y para el final  dejamos ir en excursión a la Cascada de los Alerces, Cerro Tronador y el Ventisquero Negro.

Era nuestro último día en Bariloche, ya que a la noche volábamos de vuelta hacia Aeroparque, así que teníamos que dejar la habitación, así que nos levantamos temprano cerca de las 6 am. Ordenamos las cosas, fuimos a tomar desayuno y entregar la habitación. Luego de todo eso, esperamos que llegaran a buscarnos a la excursión, pero no llegaba. Tras 20 minutos de espera, llega a buscarnos el guía y nos subimos al último recorrido de esta escapada. 

Pasamos a buscar a mas personas en otros hoteles y alojamientos y a todos les enrostraba el guía que íbamos atrasados, sobre todo a un grupo de colombianos que pasamos a buscar en un hotel céntrico,  además comenzó a meternos miedo con que si no llegábamos a tiempo iba a cancelar alguna de las excursiones ya que había que respetar tiempos....pero si el tipo llegó media hora a buscarnos más tarde y eso que éramos de los primeros, pero bueno, tampoco nos íbamos a desgastar en discusiones pelotudas, más que nada sonaba como pretexto. 

El guía de la excursión en acción

Tras 50 minutos de dar vueltas por las calles de Bariloche buscando gente en los hoteles, salimos por el mismo camino del día anterior, el de los sectores más precarizados de la ciudad.

 Aunque tomábamos la ruta 40, pasamos por la zona tomada por mapuches (ver posteo anterior), donde el guía repite casi con los mismos términos una postura poco amistosa con respecto a los mapuches en toma, pero  al poco rato  íbamos a salir de ella, para bordear el Lago Gutiérrez y así tomar el camino hacia el Cerro Tronador. 

Ruta de la excursión (fuente: Google maps/DDM)

Dejamos el camino asfaltado y tomamos una ruta de tierra, más propia de un parque nacional que quiere limitar el impacto de la presencia humana. 

A los pocos minutos, hicimos nuestra primera parada en el recorrido: El puente sobre el lago Hess.  Este se encuentra en el camino al los faldeos del Cerro Tronador,  antes de tomar el desvío hacia la Cascada de los Alerces.

Puente sobre el Lago Hess

Sin duda esta parada en el lago Hess ya justificaba en si mismo la recorrida, pasando al olvido todo lo pasado al comienzo de la excursión. Si este paisaje era así de lindo, que nos esperaba más allá en la Cascada de los Alerces y todo lo que quedaba mas allá?  

Acá ocurre lo clásico que pasa en estos recorridos, que dan ganas de quedarse y tener este paisaje como telón de fondo diario, pero son esas cosas que pasan cuando uno hace esta clase de excursiones, pero esto era sólo el comienzo de una larga jornada.


Acá estuvimos solo unos minutos, ya que había que seguir camino en dirección hacia la Cascada de los Alerces. Seguimos por el mismo camino, pero al poco rato toma un desvío que es el que nos dejaba en la dichosa Cascada.

Luego de unos minutos de viaje por un camino algo más estrecho y rudo, llegamos hasta la entrada a la Cascada de los Alerces.

Entrada a la Cascada de los Alerces

La entrada de esta cascada se parece bastante a la que hicimos en nuestra visita a la zona de Puerto Blest, pero con la gran diferencia de que tenía muchísimos menos escalones, lo cual era ganancia. 

El recorrido en si mismo no es más de 500 mts, pero valen la pena sin duda recorrerlos, ya que se aprecia toda la belleza del bosque patagónico andino.

Escaleras hacia la Cascada de los Alerces

Pero llegar a la cima del lugar no costó mucho y cuando llegas te encuentras con la Cascada de los Alerces y te encuentras con una cascada pequeña pero potente, que hace que el recorrido haya valido la pena. 

Es en estos espacios cuidados que te das cuenta de la pequeñez del ser humano y de lo grandioso de la naturaleza. 

Mirador en la Cascada de los Alerces

Acá te cae la ficha que debemos respetarla, ya que es la fuente de la vida para nosotros. 

Podremos tener notebooks o Iphones, pero si no tenemos arboles, agua pura o aire por mucha tecnología que tengamos, es imposible sobrevivir.

Vista parcial de la Cascada de los Alerces

Claramente que unas fotos no le van a hacer justicia al lugar, por ello te proponemos que veas este video donde las podrás ver con toda su potencia ¿Quieres verla algunos segundos en su inmensidad?  

Acá te dejamos este link  👉https://www.youtube.com/watch?v=cwjQSwjCT7U

Pero había que seguir camino. La jornada hacia la zona del Cerro Tronador estaba recién comenzando.  Tras media hora acá, retomamos camino y nuestro próximo destino en el recorrido era el Mirador del Lago Mascardi. 

Volvimos al camino principal (que es el que te lleva a los faldeos del Tronador) y tras unos 20 o 30 minutos de recorrido, comienzas a ver un lago: ese es el Mascardi. 

Cartel que señala el Mirador del Lago Mascardi


Paramos algunos minutos en el mirador del lago Mascardi. Al igual que en otros puntos del recorrido, estaban también combis de otros tours, lo cual hacía que en cada parada hubiera siempre de 20 a 30 personas. 

Pero bueno, quien era yo para cuestionar que otros también disfrutaran de nuestras vistas. Nadie.

Combis en el Mirador del Lago Mascardi

Pero a pesar de esta cantidad de gente,  eso no quitaba que tuviéramos una buena vista del Lago Mascardi y sus alrededores. 

Por suerte nos tocó un día esplendoroso, lo que ayudó bastante a que pudiéramos disfrutar de buenas vistas (y obviamente fotos) de esta zona del Parque Nacional Nahuel Huapi, 

Vista parcial del Lago Mascardi

Pero tampoco acá nos íbamos a quedar mucho rato. 

Había que seguir camino hacia nuestro siguiente destino en la excursión: la Garganta del Diablo, lo que significaba que aproximadamente otra media hora de viaje por camino de tierra nos separaba de la siguiente parada. 

Entrada a la Garganta del Diablo

¿Qué es la Garganta del Diablo? Es lo que en otros lados es llamado cajón (zona encajonada entre cerros) que se encuentra muy cercana a las faldas del Cerro Tronador y realmente a muy pocos kilómetros de la frontera con Chile. 

Es en sí un sendero casi agreste, con huellas de algunos aludes que han marcado el terreno y que requiere mas que nada tiempo para recorrerlo, lo cual es algo que en una excursión nunca sobra, pero lo que pudimos recorrer valió la pena.

Sendero de la Garganta del Diablo, al otro lado está Chile

Tras unos minutos de recorrida, volvimos hacia la entrada de la Garganta del Diablo, que coincide con ser la base del cerro Tronador, un sector habilitado para hacer picnic y parrillas, pero no para camping, además donde paran todas las combis o vehículos que llegan a esta parte del Parque Nacional. 

Acá se encuentra el último lugar antes de la frontera para comer algo, ya sean platos de comida o postres, una cafetería en medio de la nada pero con precios bastante aceptables para ser una zona donde el negocio más cercano está a 40 kilómetros a la redonda.

Tras estar otro rato en el sector, tomamos de nuevo la combi para ir a nuestra última parada en el recorrido: el Ventisquero Negro, la cual estaba sólo a un 1 km de distancia. 

A diferencia del que conocimos en nuestro viaje al Parque Nacional Los Glaciares, este ya se está achicando bastante, lo más probable que por efecto del cambio climático (que no es ningún chiste ni invento), pero no deja de ser un lugar que impresione a quien lo visita

Vista parcial del Ventisquero Negro

Aunque no se tiene acceso directo al lugar, sino que lo ves desde un mirador que está a algunos kilómetros de distancia, no dejas de tener una gran visual tanto del Ventisquero como del cordón cordillerano donde se encuentra ubicado.

Turistas en el mirador del Ventisquero Negro

Pero a pesar de que puede parecer lleno de gente por momentos y temporadas (no quiero ni pensar como debe estar de lleno en los días de Carnaval o Semana Santa), es un lugar donde puedes apreciar tanto la naturaleza que nos rodea como también ser conscientes de que está ocurriendo el cambio climático, que si no hacemos nada (aunque sea desde nuestros microespacios cotidianos), lugares como estos en 10 o 20 años, solo podremos verlos en fotos o en blogs como este.

Otra vista del Ventisquero Negro

Al salir del Ventisquero Negro, era el comienzo del fin de nuestro viaje por varios días a Bariloche y sus alrededores. 

No volvíamos tristes, todo lo contrario, contentos de poder haber viajado unos días a uno de los lugares con mayor cantidad de atractivos turísticos en toda Argentina, pero que depende de quienes lo visitemos poder mantenerlos, ya que al ser lugares con miles de visitantes, claramente tienen un deterioro. 

Por ello, tratemos de cuidarlos, ya que así no sólo los disfrutaremos nosotros sino quienes vengan en los próximos años.


Tips:

👉 A la zona del Cerro Tronador, sólo se puede llegar en vehículo propio o en excursión. Ojo con el camino, al no estar pavimentado no está pensado para alto tráfico ni para correr a más de 40 kms por hora

👉Se cobra la entrada al Parque Nacional Nahuel Huapi, a los pocos kilómetros de tomar el desvío al  cerro Tronador. Paga idealmente en efectivo. Precios diferenciados para argentinos y residentes, extranjeros, estudiantes y jubilados. Más info acá: https://www.nahuelhuapi.gov.ar/zonas_habilitadas.html

👉La visita a la Cascada de los Alerces en las excursiones se cobra adicional a la excursión al Ventisquero Negro.

👉Saliendo de la ruta 40, no hay señal de telefonía móvil.


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