Volvíamos a viajar, volviamos a volar: esta vez era a Tucumán desde Aeroparque
Aunque no era nuestro primer viaje desde la gradual apertura tras la larguísima cuarentena por el coronavirus, ya que habíamos ido a El Calafate, Bariloche y Chile, en esta ocasión era más que una escapada de algunos días, era una ruta con varias paradas, como eran nuestros viajes antes del bicho, pero ahora por costos y por restricciones sanitarias, están acotados a la Argentina y al Cono Sur.
El viaje estaba armado de la siguiente forma: tomar un avíon desde Aeroparque hasta Tucumán, de ahí viajar hasta Tafí del Valle, para luego pasar a Cafayate y desde allí a Tilcara, nuestro destino final.
Ruta del viaje por el Norte Argentino (fuente Google/DDM) |
En Tilcara comenzaríamos a retornar, yendo primero a Salta y finalmente retornar a Tucumán para tomar el avión a Aeroparque nuevamente. Esa era la planificación original, pero siempre en los viajes hay cambios y este no sería la excepción. Pero volvamos al relato de la primera parte. Teníamos un vuelo en Flybondi que salía a las 6 am del 25 de febrero, el cual nos hizo madrugar, ya que nos despertamos a las 3 am (si dormimos 3 horas fue mucho). Tomamos un Cabify (nos costó unos 1200 ARS desde Flores a Aeroparque) que en poco más de 15 a 20 minutos nos dejó en Aeroparque tras recorrer las calles de una Buenos Aires vacía, cansada del coronavirus y expectante con el comienzo de la guerra en Ucrania que comenzó esa misma noche.
Llegamos a Aeroparque y este estaba atiborrado de gente, aprovechando el finde largo de Carnaval que comenzaba en estos días, viajando a todos lados. Nosotros pensamos que en el vuelo a Tucumán iba a viajar poca gente, al no ser un destino turístico, pero no. Iba el avión lleno mayoritariamente de tucumanos que iban a pasar el largo feriado de Carnaval en su provincia de origen ¿cómo lo sabíamos? Simple. Por el distintivo acento tucumano que es muy diferente del porteño, que es el castellano argentino estándar.
Embarcando en Aeroparque |
Tras dejar el equipaje en el counter de la aerolínea, subimos hacia la sala de embarque. Pese a que había bastante gente, la mayoría de los negocios del aeropuerto estaban cerrados (deben abrir después de las 7 am) y no había mucho que hacer, salvo hacer tiempo para embarcar. Luego de pasar el control de seguridad, nos dirigimos hacia la sala de embarque para tomar el vuelo de Flybondi, el FO5254 que salía a Tucumán a las 6: 20.
Pasamos el control de pasajes y nos subimos a un colectivo (micro) del aeropuerto que nos hizo la gira loca por la pista de Aeroparque hasta llegar a un semi oculto sector desde donde despegaban los vuelos de Flybondi, ya que las mangas de Aeroparque por lo general están reservadas para los vuelos de la estatal Aerolíneas Argentinas.
Próximos a volar |
Despegamos con 15 o 20 minutos de atraso, pero como era tan temprano ni se notó. El vuelo fue tranquilo, además a una lowcost mucho no se le puede pedir. Mi mujer durmió casi todo el viaje y quien escribe algo, pero me despertó la venta de comida como a la mitad del vuelo. Me tomé un café soluble con un alfajor Jorgito (350 ARS) y volví a dormir hasta que anunciaron que habíamos empezado el proceso de aterrizaje en el aeropuerto Tnte Benjamín Matienzo, es decir, en Tucumán.
Volando hacia Tucumán |
Salimos del avión como se estilaba en los años 60 o 70 del siglo XX, en nuestro caso por la escalera de atrás y caminamos por la pista del aeropuerto hasta llegar a un edificio pequeño para ser la sala de de un aeropuerto moderno.
Acá retiramos el equipaje y pasamos el control de temperatura del ministerio de salud local. El enfermero estaba con uno de esos termómetros portátiles que llegan a marcar hasta 30° o sea si te marca dicha temperatura, literalmente eres un muerto viviente. Más allá de chistes, estos controles por fallidos que sean, son las herencias de la pandemia que se quedarán por largo rato.
Pero bueno, ya habíamos aterrizado en Tucumán e íbamos a comenzar nuestro viaje por el Norte Argentino. Todo lo demás ya es otra historia y lo podrás leer en los siguientes posteos en este blog.
Tips de viaje:
Volar a Tucumán desde Aeroparque está cerca de 18,000 ARS ida y vuelta en marzo de 2022, con una duración de no más de 2 horas. Vuelan la ya mencionada Flybondi, Aerolíneas Argentinas y Jetsmart. El micro (autobus) cuesta desde 10,700 ARS por tramo en marzo de 2022, con un recorrido que dura desde unas 18 horas de viaje. Viajan Flecha Bus, La Veloz del Norte, Balut, Vosa y otras.
Salir del aeropuerto de Tucumán puede ser algo caótico. Taxis y remises se plantan sin mayor orden para recoger pasajeros. En teoría hay una cooperativa de remises, pero no hay precios a la vista, con el riesgo de que se le cobren según la cara y el acento. Precio promedio del remis para llegar al centro de San Miguel de Tucumán: 1300 ARS a fines de febrero de 2022. Más info sobre el aeropuerto la puedes leer acá
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