Sevilla: como una ciudad puede mantener su esencia pese al turismo de masas

Sevilla

Era el turno de Sevilla, penúltima parada en España.

Luego de estar en Córdoba, estuve unos días en Sevilla, ya en la parte final de la sección española del viaje largo.

Como había contado en posteos anteriores, llegue en autobús en un viaje tranquilo llegando a la Estación de Autobuses Plaza de Armas y de ahí caminé 4 o 5 cuadras al alojamiento donde me iba a quedar.

Acá encontré una ciudad parecida a Córdoba, pero con un toque diferenciador: es el corazón de lo flamenco. Eso hace que la música flamenca, con cantaores y bailaores incluido (pese a que generalmente son de la minoría gitana) pero se han convertido en símbolos no sólo de Sevilla sino que de Andalucía e incluso España, lo cual hace que Sevilla "tenga su toque especial" tal como cantan Los del Río.

Cruzando el Puente de Triana, Sevilla

Pero como llegué un domingo en la tarde, a lo sumo comi algo, unas vueltas por el centro, cenar algo y al sobre. Al día siguente decidí comprobar lo del "toque especial" y me dí una vuelta por Triana, el famoso barrio sevillano que es corazón de lo Flamenco, gitanos y todo lo que uno se imagina sobre Sevilla.

Originalmente quería ir al Archivo de Indias que supuestamente estaba abierto y era gratuito su ingreso (un milagro en España!!!) pero cuando llego me dicen que "está cerrado por reparaciones". A aplicar plan B: tomar dirección hacia Triana, pero antes iba a pasar a la Plaza de Toros....pero epa, costaba lo mismo que un Museo, 12 euros.....y más encima yo no soy muy amigo de la Tauromaquia, así que me dirigí desde allí hacia el Puente de Triana.

Mercado de Triana, Sevilla

Cruzo hacia Triana, paso al Mercado de Triana, todo lindo pero muy turístico, con precios inflados para lo que es Sevilla, doy unas vueltas y después sigo por la calle San Jacinto dejando la Sevilla para los turístas y por fin, entrando a una Sevilla más cotidiana, más real y menos turística, donde eso sí, no dejas de ver guiños a la cultura local: el fuerte catolicismo de su población que se refleja en las hermandades que salen vestidas con cucuruchos en Semana Santa y que tienen sus capillas repartidas por la ciudad, la fuerte identidad gitana del barrio y como que no, las tiendas que venden vestidos flamencos para las bailaoras, que para sorpresa mia no son baratos; desde 130 euros al menos.

Coplas gitanas, Triana, Sevilla

Pero como decía recién, acá encuentras al alma de Sevilla: esa mezcolanza de religiosidad popular y la música de los marginados como es el flamenco, las cuales conviven y en ocasiones se funden, siendo parte de la cultura local, lo que uno viene a buscar a ciudades como esta. Lo bueno que a diferencia de Barcelona, que más allá del uso forzado del catalán, está desdibujada por el exceso de turistas que la han uniformado convirtiéndola en una ciudad sin alma propia.

Capilla de una Hermandad, Triana, Sevilla

Caminé bien adentro del barrio, donde pude ver algo de vida cotidiana: bares, cañas, panaderías y escuelas funcionando, una vida barrial donde me decía "acá me quedaría sin problemas", será en otra oportunidad.

Al día siguiente decidí ir a una Sevilla más turística: volví después de muchos años a la Plaza de España: acá me encontré con hordas de turistas, que poder sacar una foto sin gente es casi una proeza. Reconozco que cada vez aguanto menos las hordas de turistas que lo único que saben hacer es sacarse selfies y no disfrutar el lugar donde están. ¡Aprendan a apreciar lo que les rodea y no sólo sus lindos rostros

Vista Panorámica de Plaza de España

Tip Viajero: ¿Quieres ver un panorama de la Plaza de España? acá te dejamos un vídeo

Estuve un rato, saqué unas fotos y me dirigí hacia el centro. Caminando por los recovecos de la ciudad antigua, llego a una taberna, la Bodega Santa Cruz o "Las Columnas" (Calle Rodrigo Caro 1, Casco Antiguo) un lugar donde más de la mitad de los contertulios son locales, con precios realmente convenientes y la clásica caña. Había que comer y  comí y estaba más que bueno.

Bodega Santa Cruz "Las Columnas", Sevilla

Luego de comer, decidí ir a uno de los símbolos sevillanos: La Básilica de la Macarena, donde se venera a la María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada  más conocida como la Virgen de la Macarena, una de los cultos católicos más fuertes y que le dan una fuerte identidad local a los sevillanos. Caminé desde el centro por la Alameda de los Hercules y luego por algunas calles hasta llegar a la Calle Resolana hasta llegar a la Basílica de la Macarena. 

Basílica de La Macarena, Sevilla

No es lo que uno se imagina por tamaño de una basílica pero no necesita ser grande para contener la fe que le tienen los sevillanos. Al lado de la basílica funciona la hermandad que la pasea en las famosas jornadas de la Semana Santa y a unos pocos pasos, en las ruinas de los muros de la ciudad musulmana que aún se conservan, recuerdos del incómodo pasado: una placa que recuerda a los fusilados republicanos por el franquismo durante la Guerra Cívil.

placa en homenaje a los fusilados por el franquismo, Sevilla

Pero para cerrar, Sevilla, pese a ser una de las ciudades españolas más visitadas, mantiene su esencia que mezcla muchas cosas pero al menos sabes que estás en una ciudad con alma propia y no en una escenografía como Barcelona.